Kim Jong-un admite vergüenza y arrepentimiento por descuidar la economía rural.
Kim Jong-un ha admitido sentir vergüenza y arrepentimiento por descuidar la economía rural de Corea del Norte, una rara expresión de fracaso por parte del líder supremo de una tierra que normalmente se presenta como un paraíso impecable.
Estaba inaugurando un proyecto para construir fábricas en las regiones de Corea del Norte que, admitió, han quedado rezagadas en términos de desarrollo en comparación con la capital, Pyongyang.
“No puedo contener mi enorme emoción al pensar en brindar ayuda a millones de personas en cada ciudad y condado del campo”, dijo, según informes en el Rodong Sinmun, el periódico estatal. “Pero por otro lado, honestamente estoy avergonzado y arrepentido de que solo hayamos comenzado ahora”.
Hablando en una ceremonia de inauguración en el condado de Songchon, al noreste de Pyongyang, Kim dijo: “Establecer fábricas de industria regional equipadas con equipos modernos y líneas de producción en cada ciudad y condado del país en los próximos diez años es verdaderamente una gran revolución con un enorme significado histórico… Nos estamos esforzando poderosamente para dar un paso hacia un gran cambio en la revolución industrial rural”.
La “política de desarrollo regional 20×10” fue presentada el mes pasado y tiene como objetivo establecer fábricas modernas en al menos 20 condados remotos cada año durante la próxima década.
Corea del Norte ha sufrido escasez crónica de alimentos y, desde el colapso de sus patrocinadores económicos en el antiguo bloque soviético, el sistema de distribución socialista diseñado para distribuir los suministros de manera equitativa se ha desmoronado. Ha sido reemplazado por una combinación de ayudas estatales y mercados privados.
Los habitantes de Pyongyang, hogar de la élite política, son los últimos en experimentar escasez, pero los testimonios de los desertores sugieren que ha habido privaciones, hambre e incluso hambrunas en las regiones.
Kim tiene otras prioridades de gasto importantes, sobre todo sus fuerzas armadas y sus programas de misiles y armas nucleares en expansión. También ha prometido construir 50.000 nuevos apartamentos en Pyongyang para fines del próximo año.
El examen de fotografías satelitales revela que, invisibles para los norcoreanos comunes, también ha construido enormes villas palaciegas para sí mismo en todo el país, incluyendo una con una estación de tren privada.
Sus predecesores casi nunca reconocían deficiencias de ningún tipo, pero Kim ha admitido ocasionalmente fracasos, generalmente de una manera que proyecta una imagen de su incansable amor y devoción por la causa del bienestar del pueblo.
En 2020, lloró mientras hablaba en un desfile militar. “Nuestro pueblo ha depositado una confianza tan alta como el cielo y tan profunda como el mar en mí, pero no siempre he logrado estar a la altura de ella satisfactoriamente”, dijo. “Realmente lo siento por eso”.